Por: Ivonne Vargas
CIUDAD DE MÉXICO (CNNExpansión.com) — Esta figura es indispensable para que todo negocio lleve con éxito la gestión de sus finanzas. No obstante, 88% de la micro, pequeña y mediana empresa (MiPyme) carece de ella en sus tareas de administración, según información de la empresa proveedora de software empresarial, CONTPAQ i.
"El contador no se preocupa sólo por pagar los impuestos mensuales, es más que eso para un negocio. Es quien apoya en el manejo de las finanzas; del personal, en ciertas situaciones, y cuando se tiene algún problema administrativo. Si se quiere tener una operación financiera sana hay que pensar en este recursos desde que se crea la empresa", señala el coordinador del Programa Emprendedores, de la Faculta de Contaduría y Administración de la UNAM, Francisco Hernández.
Un problema en las pequeñas y medianas (Pyme) empresas es que dan "mayor prioridad a contratar a un vendedor que a un contador", sin considerar que ambas figuras son fundamentales para una organización financiera interna, indica el estudio The Role of the Formal Financial Management and the Business Incubators for the Financing of young SMEs in Mexico, realizado por especialistas del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores Monterrey y banqueros.
Ante las modificaciones fiscales que se han realizado, y las que están por presentarse (como el cambio a formato de factura electrónica en 2011), las Pyme no pueden darse el lujo de llevar solas las finanzas.
Al contratar a este elemento, las preguntas clave que debe responder el emprendedor son: ¿de qué manera aseguro que responderá a mis necesidades?, ¿qué servicios y documentos tiene que proporcionarme el contador?, y ¿cuáles serán las obligaciones y responsabilidades de cada parte?, recomienda Francisco Hernández.
Toma nota de estas cinco recomendaciones para manejar la relación de trabajo con tu contador, de acuerdo con consejos realizados por el director de Álvaro Cordón y Asociados, Álvaro Cordón, y el responsable del programa Emprendedores de la UNAM.
1. Comprueba su experiencia. Además de ser un contador titulado, necesita tener certificaciones de los colegios de profesionales (como el Colegio de Contadores Públicos de México). Eso permite comprobar que está actualizado, por ejemplo, en los cambios fiscales que se presentan continuamente.
Pídele referencias sobre su conocimiento respecto a tu mercado, de la parte fiscal y si hace auditorias, entre otros datos que revelen su experiencia. Si es posible, contacta alguno de los clientes con quien ha trabajado y solicítale su opinión.
Es indispensable que su currículo refiera experiencia con clientes independientes y no sólo en compañías. A su vez, debe conocer otras áreas, como leyes, porque se podría requerir en el negocio.
Entre las fuentes más recomendables para reclutar están el famoso "de boca en boca" o acercarte a algún Colegio Profesional.
2. Profesionaliza el vínculo de trabajo. ‘Sella' tu relación con este profesional, a través de un contrato de prestación de servicios. Mínimo te debe ofrecer los siguientes servicios: registro contable de tu empresa y cálculo de tus obligaciones fiscales, lo cual incluye actualizarte en las modificaciones en materia de impuestos y apoyarte en caso de recibir algún requerimiento.
También te puede apoyar en otros aspectos, aunque eso depende de la cantidad que designes para el pago de sus servicios, por ejemplo: diseñar estrategias de crecimiento, llevar la nómina, calcular los pagos de servicio del IMSS, etcétera.
3. Organiza el papeleo. De la información financiera que registre tu negocio se realizará el pago de los impuestos. Por ello, es fundamental que tengas un control sobre ésta.
Los documentos básicos que debes entregar a tu contador son: facturas y comprobantes de ingresos y egresos (en orden) por mes.
Como cliente necesitas recibir: un listado o registro financiero del estado de la empresa (ingresos y egresos del negocio), más una lista de los pagos (fiscales) que realizó el contador y sus respectivos comprobantes (certificados por la autoridad correspondiente), estos son:
- Impuesto sobre la renta (ISR)
- Impuesto al Valor Agregado (IVA).
- Impuesto Empresarial de Tasa Única (IETU).
Al año, habría que hacer 36 declaraciones (con relación a los impuestos y se presentan en el Sistema de Administración Tributaria SAT); declaraciones informativas (que describen las relaciones económicas y profesionales con otras personas); las del IMSS (12 al año), y los pagos de impuesto sobre nóminas, sólo por mencionar algunos aspectos a cubrir.
Como empresario, hay que llevar un control de esos papeles mensualmente y no "cada que te acuerdes", delegando todo al contador. Cualquier problema que suja, instancias como la Secretaría de Hacienda y Crédito Público buscan al dueño del negocio para que rinda cuentas.
4. Cuida tu dinero. Muchos clientes le dicen al contador: "oye paga tú mis impuesto, te doy acceso a mi cuenta de cheques". En opinión de Álvaro Cordón, una regla de oro es: "responsabilizarte de esa tarea en forma personal, por ningún motivo un cheque puede estar al portador, así evitas una posible desviación de recursos.
"Los números de la empresa son responsabilidad del emprendedor, debe estar al pendiente. Por eso se dice que la relación entre ambos es conjunta más no solidaria", añade.
Fuente: www.cnnexpansion.com
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